miércoles, 17 de noviembre de 2010

DELINCUENCIA Y DROGADICIÓN: TRATAMIENTO


Las investigaciones que tienen como objetivo el conocer la relación existente entre delincuencia y drogadicción, se han orientado a conocer si son las drogas llevan a las conductas delictivas o si son las conductas delictivas lo que lleva a la drogadicción (Santamaria, 2003), desarrollando un escenario de  causalidad, así desde una perspectiva histórica la temprana asociación entre ambas conductas ha estado modulada por su posible relación causal (Otero, 1999).
Posteriormente nace un tercer eje de estudio, el cual afirma que ambas conductas no se relacionan causalmente, sino que son "causadas" por los mismos factores, (White & Cols., 1985). Desde esta aproximación el modo de entender la vinculación droga- delincuencia adquiere un matiz que busca identificar cuáles son estos factores responsables de ambas conductas (Otero, 1994).
La evidencia empírica lejos de clarificar qué hipótesis es más acertada, sólo nos permite concluir, que cualquier explicación acerca de cómo se relacionan puede ser razonable pero, en cualquier caso, será parcial. No obstante nos proporciona una base solida para llevar a cabo tratamientos efectivos.
Los tratamientos en adolecentes que comenten delitos y consumen drogas, se basan principalmente en la ley N 20.084, la cual plantea que los adolescentes entre 14 y 17 años que hayan cometido algún delito será sancionado de acuerdo a sus disposiciones (art. 3 Ley 20.084). La nueva legislación es pionera en establecer una alternativa de derivación forzada (sanción accesoria) a un tratamiento de drogas, cuando exista un consumo problemático por parte del joven condenado (Werth, 2006).
Esta sanción accesoria consiste en la imposición, facultativa para el tribunal, de someter al adolescente a “tratamientos de rehabilitación por adicción a las drogas o al alcohol” (art. 7 Ley 20.084). Se trata, entonces, de una medida de seguridad que se impone a un adolescente que va a recibir otra sanción principal debido a que es responsable del hecho ilícito cometido y, la sanción accesoria (medida de seguridad) se justifica en que la adicción a las drogas y/o alcohol influye decisivamente en su conducta (Deus, Lamas, Palummo, 2006).
No obstante actualmente en chile las medidas accesorias de rehabilitación por consumos de drogas, no abarcan la totalidad de los casos y son de muy escasa efectividad (Universidad de Chile, 2006)

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